RUSIA - Cuando la amiguita Natalya se dirigió al hospital de la ciudad de Voronezh durante el mes de abril pasado, los doctores que la atendieron en la sala de emergencias quedaron con la mandíbula en el suelo
tras comprobar con sus propios ojos que
la golosa paciente tenía una barriga que medía cerca de 91 centímetros, pesaba 56 kilos y que le dificultaba incluso el caminar como a una persona normal.
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